Cuando hablamos de presentaciones, surge la duda del tratamiento correcto. Si nos presentan a una persona, o charlamos con otras personas, surge la "duda" de cómo tratar a la misma. Por regla general, diremos que siempre, y por defecto, el tratamiento debe ser de usted (salvo excepciones, como por ejemplo, el caso de S.M. Rey al que se se trata de Majestad o Señor).
No se puede utilizar el tú (tutear) de forma directa, aunque siempre utilicemos alguna excusa para justificar este tratamiento (es más joven que nosotros, es un empleado de un establecimiento, etc.). No es un comportamiento educado tutear "de forma directa" a una persona que no conocemos, independientemente del trabajo que desarrolle o la posición o cargo que tenga.
La mejor fórmula es utilizar siempre la fórmula de "usted" hasta que el propio interesado nos indique lo contrario. Y si no lo hace, debemos seguir utilizando el usted siempre que hablemos con ella.
Hay que diferenciar a los jóvenes de las personas mayores. Entre los jóvenes está más admitido el tuteo, pero debemos esperar a que nos lo digan. Entre los mayores será fácil que no digan nada acerca del tuteo y prefieran que se les trate de usted.
Tutear no significa ser más moderno o ser más abierto, sino una considerable falta de educación e incluso de respeto, por otra persona (sobre todo cuando se trata de personas mayores).
En este tipo de tratamiento no hay sexos, es decir, se debe tratar de usted lo mismo a una mujer que a un hombre. Ahora bien, si en otras ocasiones ya hemos obtenido "el beneplácito" de esa persona para poderla tutear, entonces podremos aplicar este tratamiento.
Por lo tanto, como hemos explicado anteriormente, evite el tuteo tanto en sus relaciones laborales como sociales, si no se le indica lo contrario. Tampoco aproveche la fórmula que nosotros hemos llamado "transitiva"; como mi amigo, familiar o conocido trata a tal persona de tu yo también por ser su amigo, familiar o conocido. NO. Debe esperar a que esa persona le proponga el tuteo.
Existen algunas ocasiones, en que se asimila el tuteo sin una proposición previa cuando nos presentan a una persona de nuestra misma edad y similar categoría. Una presentación entre amigos, compañeros de trabajo, etc. Pero recordamos, que los más prudente es, siempre, empezar por el tratamiento de usted.
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