domingo, 2 de junio de 2013

La primera comunión.

Estamos en la época por excelecia para celebrar las Primeras Comuniones.
 Se trata de un acto de carácter totalmente católico en el que el protagonista reúne a su familia más próxima para comulgar por primera vez. Aún así, en los últimos años, se ha convertido en una cita más social que otra cosa y, en algunos casos, son incluso en “pequeñas bodas”. No debemos olvidar cuál es el motivo para celebrar la Primera Comunión. Por lo tanto, mi recomendación es sobre todo austeridad, un consejo que se extendería a todos los detalles que comprenden este acto.
A los comulgantes no debemos vestirles de pequeños novios. Por lo tanto, evitaremos el exceso de tules, volantes, guantes, bolsos en el caso de las niñas, y adornos y elementos superfluos en el caso de los niños. Una blazer azul marino, unos pantalones de color claro y una corbata es el atuendo más adecuado para un niño en su Primera Comunión.
Los padres son, en cierto modo, también protagonistas del acto. Cada vez más Primeras Comuniones se celebran a primera hora de la tarde. Tanto si el evento es de mañana como si es de tarde, el atuendo siempre debe ser cóctel en el caso de las mujeres y traje oscuro en el caso de los hombres. Las mujeres se pueden permitir llevar traje chaqueta (falda o pantalón), de igual manera que no está mal visto llevar sombrero o pamela. Reitero en este caso, una vez más, la sobriedad.
A la hora de saludar a los invitados, lo correcto es que el niño permanezca en el centro mientras que sus padres le arropan, uno a cada lado. La celebración no deja de ser familiar y centrada en el niño, porque al final es su día. Si la Primera Comunión se celebra por la mañana, bien se puede ofrecer un brunch o un almuerzo, siempre de carácter familiar. En el caso de la tarde, se puede celebrar un cóctel o una cena siempre que la celebración no acabe muy tarde. No debemos olvidar que se trata de una fiesta infantil.
Por último, para cumplir con el protocolo, los niños entregan un pequeño recuerdo de su Primera Comunión a los invitados. Lo más correcto y clásico es un recordatorio, bien en forma de tarjeta o bien en forma de detalle físico, con su nombre, el motivo del recuerdo y la fecha de celebración. Los invitados le deberán corresponder con un regalo. Antiguamente, se obsequiaban muñecas a las niñas y material escolar a los niños. Las joyas y los álbumes también eran muy comunes. Últimamente, están muy de moda los videojuegos y los regalos electrónicos.
 

1 comentario:

  1. Estoy encantada con lo que he visto en tu artículo, voy a utilizar algunas ideas de las tuyas para la comunión de mi hijo el año que viene, ya os contaré que tal.

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