viernes, 7 de junio de 2013

Cómo escribir cartas formales

Las cartas formales se redactan en lenguaje formal, ya que la carta va dirigida a una persona de jerarquía o a la cual uno no conoce y su intención es comunicar un acontecimiento o hacer algún tipo de pedido. Son requisitos de las mismas la claridad y la precisión.

 Las cartas formales pueden redactarse de dos formas:

1. En primera persona: se caracteriza por estar redactada en primera persona del singular o plural.

 2. En tercera persona: se caracteriza por estar redactada en tercera persona del singular o plural.

La persona gramatical utilizada debe mantenerse a lo largo de todo el texto.
 
Veamos que elementos la forman y cómo colocarlos:
 
 
 
Fecha: es lo primero que se escribe, y puede ir en el margen derecho o en el izquierdo. Junto a la fecha se escribe también el lugar desde donde se envía la carta. No es necesario incluir el nombre del día de la semana.
 Encabezado: va luego de la fecha. Se debe escribir el nombre de la persona a quien va dirigida la carta, y bajo el nombre, el cargo que la persona ocupa o alguna otra referencia pertinente. Es convencional, aunque no obligatorio, que el encabezado concluya con la palabra "Presente".
 Saludo: debemos saludar al destinatario de manera cortés, pero manteniendo siempre el lenguaje formal.
 Introducción: corresponde al primer párrafo de la carta, que debe contener la información que permite entender el resto.
 Cuerpo: es el "desarrollo" de la carta; un número indeterminado de párrafos en los que se expone aquello que motiva la escritura. Normalmente una carta formal no debe ser muy extensa, pero es conveniente que entregue toda la información necesaria y que esté bien redactada. En este sentido, no hay que caer en el error de que la carta debe ser breve.
 Despedida: pequeño párrafo que va al finalizar la carta, en el cual se sintetiza brevemente la idea principal de la misma, y se cierra la comunicación con alguna palabra amable.
 Firma: al final de la carta el emisor debe individualizarse con su nombre y cualquier otra información que sea relevante según la ocasión. Para mandar una carta a un diario, por ejemplo, se suele poner a demás del nombre, el número de Carné de Identidad.

domingo, 2 de junio de 2013

La primera comunión.

Estamos en la época por excelecia para celebrar las Primeras Comuniones.
 Se trata de un acto de carácter totalmente católico en el que el protagonista reúne a su familia más próxima para comulgar por primera vez. Aún así, en los últimos años, se ha convertido en una cita más social que otra cosa y, en algunos casos, son incluso en “pequeñas bodas”. No debemos olvidar cuál es el motivo para celebrar la Primera Comunión. Por lo tanto, mi recomendación es sobre todo austeridad, un consejo que se extendería a todos los detalles que comprenden este acto.
A los comulgantes no debemos vestirles de pequeños novios. Por lo tanto, evitaremos el exceso de tules, volantes, guantes, bolsos en el caso de las niñas, y adornos y elementos superfluos en el caso de los niños. Una blazer azul marino, unos pantalones de color claro y una corbata es el atuendo más adecuado para un niño en su Primera Comunión.
Los padres son, en cierto modo, también protagonistas del acto. Cada vez más Primeras Comuniones se celebran a primera hora de la tarde. Tanto si el evento es de mañana como si es de tarde, el atuendo siempre debe ser cóctel en el caso de las mujeres y traje oscuro en el caso de los hombres. Las mujeres se pueden permitir llevar traje chaqueta (falda o pantalón), de igual manera que no está mal visto llevar sombrero o pamela. Reitero en este caso, una vez más, la sobriedad.
A la hora de saludar a los invitados, lo correcto es que el niño permanezca en el centro mientras que sus padres le arropan, uno a cada lado. La celebración no deja de ser familiar y centrada en el niño, porque al final es su día. Si la Primera Comunión se celebra por la mañana, bien se puede ofrecer un brunch o un almuerzo, siempre de carácter familiar. En el caso de la tarde, se puede celebrar un cóctel o una cena siempre que la celebración no acabe muy tarde. No debemos olvidar que se trata de una fiesta infantil.
Por último, para cumplir con el protocolo, los niños entregan un pequeño recuerdo de su Primera Comunión a los invitados. Lo más correcto y clásico es un recordatorio, bien en forma de tarjeta o bien en forma de detalle físico, con su nombre, el motivo del recuerdo y la fecha de celebración. Los invitados le deberán corresponder con un regalo. Antiguamente, se obsequiaban muñecas a las niñas y material escolar a los niños. Las joyas y los álbumes también eran muy comunes. Últimamente, están muy de moda los videojuegos y los regalos electrónicos.
 

domingo, 26 de mayo de 2013

Cómo sonarse la nariz con educación

Con la llegada de la primavera llegan también las alergías. Los que las sufrimos con insistencia sabemos de lo inoportuno de estornudos, congestiones, toses y demás incovenientes que nos pueden poner en un aprieto durante un acto social si no sabemos como solucionarlo "con estilo".
Es norma de cortesía tener la nariz muy limpia, y resulta muy feo dejar que se llene de mocos. Por lo mismo, hay que limpiarla a menudo y ahí vienen nuestros problemas.
Es muy descortés hurgar insistentemente en las narices con el dedo, y mucho menos jugar con el resultado de la "prospección" esto puede causar profundo malestar en quienes lo ven.
Es una grosería limpiarse los mocos con la mano, pasándola por debajo de la nariz, o con la manga o el vestido.
Siempre hay que servirse del pañuelo para sonarse, y nunca de otra cosa; y al hacerlo, cubrirse o al menos, si se está con pocas personas, y se puede volver fácilmente la cara de la vista de los otros, y/o sonarse aparte sin ser visto.
Al sonarse hay que evitar hacer ruido con la nariz, sonar demasiado fuerte, soplar demasiado fuerte con las narices, y hacerlas resonar, pues eso es de muy mal gusto.
Cuando se está a la mesa, es conveniente levantarse, no es agradable para los demás comensales.
Antes de sonarse es descortés estar mucho tiempo sacando el pañuelo; y es faltar al respeto hacia las personas con quienes se está desplegarlo por diferentes partes para ver cuál se va a utilizar. Hay que sacar el pañuelo del bolsillo y sonarse rápidamente, y de forma que casi no puedan advertirlo los demás.
No hay que examinar el pañuelo después de haberse sonado; es conveniente doblarlo en seguida y meterlo de nuevo en el bolsillo.
No es educado mantener el pañuelo en la mano ni ofrecérselo a algún otro, para lo que sea, aunque esté completamente limpio. Con todo, si alguna persona lo pide y urge dárselo, entonces se puede hacer.
Cuando uno nota que va a estornudar, no hay que impedirlo, sino que conviene volver el rostro a un lado, aunque sea poco, y cubrirlo con el pañuelo, y luego estornudar suavemente y con el menor ruido posible.

jueves, 9 de mayo de 2013

Las Azafatas

La labor de las azafatas en un acto es fundamental para su correcto desarrollo. Para ello la formación de las mismas es fundamental, debe conocer perfectamente el protocolo y la empresa o entidad a la que representan, su aspecto debe ser cuidado y su actitud profesional en todo momento.
Distinguimos varios tipos de azafatas:

-Azafata de Protocolo: recepción de invitados, acompañamiento y presentación, atención a autoridades, enlace entre responsable de protocolo, atenciones a ponentes, entrega de obsequios...

-Azafata de Congresos: auxiliar de protocolo, ayuda en la organización, se encarga del hospitality desk, preparación y entrega de documentación, registro de asistencia, control de salas, recibimiento y acompañamiento, manejo de medios audiovisuales, pass control, atención en los puntos de información...

-Azafata de Ferias: ayuda en la organización, recepción de personas, atención al público, explicaciones de los productos, planificación de encuentros entre vendedores y clientes, control de entradas y salidas, control de stand, venta de productos, entrega de obsequios, venta de productos...

-Azafata de Imagen: cada empresa y producto requiere unos rasgos determinados que son asociados a la marca. Normalmente son personas altas, guapas, elegantes y saben desenvolverse con soltura.

domingo, 5 de mayo de 2013

Consejos para hablar en público.

Si en algo coincidimos todos es del miedo que sentimos la mayoría a dirigirnos al público, miedo causado por la posibilidad de hacer el ridículo. La mejor forma de superarlo es la práctica, y pensar que nos estamos dirigiendo a un grupo de amigos. No todos somos grandes oradores, pero sí que podemos ser unos oradores amenos y eficaces, si hacemos llegar nuestro mensaje de forma cordial, clara y efectiva.
Para lograr nuestro objetivo, podemos dar algunas pautas básicas a tener en cuenta:
1. Debemos saber cuándo empezar y cuándo terminar, e incluso improvisar. Si vemos que el público está muy aburrido, podemos tratar de acortar el discurso. Pero cuidado con las improvisaciones, si no estamos convencidos de cómo vamos a resolver la situación es mejor ceñirse al guión.
2. Qué es lo que queremos decir y transmitir. Hay que tener claro el objetivo del discurso y sus puntos fundamentales, para hacer llegar el mensaje correctamente y que sea comprensible por el público.
3. Cómo hacerlo llegar. Debemos "interpretar" el papel de forma convincente para que el público reciba y crea el mensaje. Hay que saber captar su atención y mantenerla. Mucha gente confunde esto con ser graciosos, pero el truco está en analizar el tipo de público al que nos dirigimos y establecer que actitudes y palabras serán más convenientes.
Una forma de perfeccionar nuestro discurso o intervención pública, es practicar. Delante del espejo, grabándolo en una cinta y escuchándolo, con amigos que pueden hacer de críticos, etc. Pero no ha de olvidarse del mayor protagonista: la voz. Hay que cuidar la entonación (module y dirija bien su voz), el tono (claro y relajado), el volumen (ni bajo, que no se oiga nada, ni gritando, atemorizando al público), el ritmo (no hable muy pausado, ni rápido como con ganas de terminar lo antes posible) y vocalización (pronuncie correctamente, se le entenderá mejor). Evite pausas, tartamudeos, repeticiones, vacilaciones y alargamiento de palabras (tipo eeeehhhh, queeee, buenoooo, etc).
La preparación del discurso con antelación es imprescidible, pero eso es otra tema que trataremos más adelante.

domingo, 28 de abril de 2013

Las invitaciones de boda

Son la confirmación oficial a familiares y amigos, del próximo enlace matrimonial. Aunque existen cientos de modelos vamos a dar unos requisitos que pensamos son básicos para una invitación. Se deben encargar en cartulina de calidad, preferiblemente doble (aunque puede ser simple). Los motivos decorativos pueden ser muy variados, van desde los más formales y clásicos: anillos, palomas, etc. A los más divertidos y personalizados: dibujos, collages, papiroflexia.... 
En las invitaciones deben figurar una serie de datos básicos que informan al invitado. Deberían figurar: los nombres de los contrayentes, los de sus padres, el lugar, la fecha y la hora de la ceremonia de enlace, las direcciones y/o los teléfonos de ambas familias y opcionalmente la petición de confirmación de asistencia, mediante las siglas que se ponen al pie de la invitación (S.R.C. o R.S.V.P.).
Si hay una celebración posterior, el lugar del banquete y la hora puede ir en una tarjeta aparte o puede ir en la misma invitación de boda. Si el lugar es complicado de localizar o hay muchos invitados de fuera, se suele adjuntar un pequeño plano indicando como llegar y la situación del sitio de celebración. No obstante, lo mejor es solicitar la ayuda de algún invitado del lugar, para que nos sirva de guía a la hora de acudir al sitio del banquete.
Las variantes que podemos encontrar en cualquier invitación de boda, suelen ser la colocación de los datos, el tipo de letra a utilizar y el tamaño de la invitación. Una colocación clásica de los datos en una invitación es como sigue: los nombres de los padres de la novia en la parte superior izquierda; los de los padres del novio en la parte superior derecha; centrado el lugar, la fecha y la hora de la ceremonia. La dirección de la novia en la parte inferior izquierda; la del novio en la parte inferior derecha.
Siguiendo con la colocación de los datos, en la parte inferior y centrados se suele indicar, la ciudad y la fecha de celebración, y debajo la petición de confirmación de la asistencia a la boda.
Las invitaciones se deben enviar al menos con un mes de anticipación, y si cuenta con una lista de bodas para los regalos, se suele incluir una tarjeta del establecimiento donde está colocada la lista. La entrega se suele hacer en mano a los familiares más cercanos, y que residen en la misma ciudad que los contrayentes. Lo mismo ocurre con los amigos. En el resto de los casos, se envían por correo con la suficiente antelación, para evitar "extravíos" y que lleguen demasiado tarde. Nunca se debe invitar a gente a la que podamos poner en un compromiso (por los más diversos motivos). Se debe invitar por amistad y no por "negocio".
Por último los sobres deben ir a juego en calidad del papel y en color, al de la tarjeta de invitación. Y que los mismos, en la medida de lo posible, deben ser manuscritos por los propios novios. Se indica siempre el nombre del cabeza de familia seguido del de su señora/pareja o de "... y familia" cuando se invita a todos los que viven bajo "el mismo techo".
Ahora prepára tu lista de invitados, echale imaginación y ponte manos a la obra. Hacer las invitaciones es un gran trabajo si eres muy perfeccionista.
En este enlace encotrarás ejemplos de invitaciones poco convencionales, pero nosotros recomendamos una invitación más clásica y sencilla para evitar errores: http://www.frogx3.com/2012/06/15/40-nuevos-ejemplos-disenos-invitaciones-boda/

jueves, 25 de abril de 2013

¡Siéntate bien!

Cuántas veces hemos escuchado estas palabras.
Cuando nos sentamos a la mesa, lo primero que debemos hacer es mover la silla, sin arrastrarla, siempre que sea posible.
Si a nuestro lado tenemos una señora como compañera de mesa será todo un detalle que le mueva usted la silla y le invite a sentarse.
Una vez sentados la espalda debe permanecer en línea recta apoyada en el respaldo de la silla, que para eso lo tiene, pero sin parecer demasiado rígidos. Hay que saber tener un cierto equilibrio entre una postura rígida y una desgarbada.
Aunque no se vean, no se cruzan las piernas cuando estamos sentados a la mesa. Ni los hombres ni las mujeres. Los seguidores del protocolo más estricto, tampoco admiten que se crucen en otras ocasiones.
Cuando estamos de tertulia, tomando un café o el té, etc. como decimos, los más "conservadores" no admiten que ni los caballeros ni las damas crucen las piernas. La postura correcta, "de libro", es con la piernas ligeramente separadas y los pies apoyados en el suelo.
A nosotros nos parece que cruzar las piernas juntando las pantorrillas y con una ligera inclinación, en el caso de las mujeres, o bien cruzar la piernas a la altura de las rodillas para los caballeros es una postura correcta, al menos para la mayor parte de la ocasiones, pero en entornos muy conservadores es mejor evitarlo.
La regla principal a tener en cuenta es que nunca debemos enseñar la suela de nuestro zapato; es decir, nada de cruzar las piernas a la altura de los muslos (pantorrilla apoyada en el muslo).
Ni que decir tiene que no se "desploma" uno en el sofá o en un sillón sino que se sienta con cuidado. Tampoco debe uno repantingarse (arrellanarse en el asiento y extenderse para mayor comodidad) en ningún tipo de asiento.
Resumiendo, si no queremos cruzar las piernas, mantenerlas ligeramente separadas y con los zapatos en el suelo. Si optamos por cruzarlas, siempre sin enseñar la suela de nuestro zapato. Otra postura correcta es cruzar las piernas a la altura de los tobillos.